- ¿Como te fue con Carolina?
- Resultó ser una puta. Como todas las mujeres.
- ¿Pero eso lo sabías antes, no?
- ¿Saber qué?
- Sabías que era una mujer.
Como todas las anteriores.
- Si, tenés razón. Igual lo intenté.
Supongo que es esa nuestra condena, nuestro primer castigo.
Podemos hacer todo lo que queremos hacer.
Pero al final son ellas las que deciden.
Que ropa vamos a usar.
A donde vamos a ir.
Hacia donde mirar.
Que tomar.
Que no hacer.
A fin de cuentas sólo somos verdaderamente libres cuando nos abandonan, cuando estamos sólos y locos.
- Si, es verdad.
Y ahi es cuando buscamos otra mujer.
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1 comentario:
mierda, q pedazo de talon de aquiles q somos las nenas!
pero tenes razon, todas putas!
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